Para el seleccionado boliviano, fue un partido de nivel muy bajo, con pocas situaciones verdaderas de gol y poca precisión en la conexión ante un rival que no exigió demasiado al equipo. Los goles anotados a partir del minuto 92, llegaron gracias a un penal muy dudoso y al descuido de la saga de Guyana.
Las dos etapas variaron muy poco en la propuesta de ambos planteles, con un equipo visitante agazapado en su cancha y el seleccionado verde intentando llegar al arco custodiado por el portero Reynolds, el más destacado de la visita. La imprecisión en los pases fue la característica del juego boliviano, que en la primera parte tuvo a Mojica y Bejarano como los que trataron de generar juego y en la segunda a Chumacero en este intento.
La delantera conformada por Marcelo Martins y Diego Cabrera nunca recibió un balón que permitiera un avance franco al arco. Las únicas jugadas de peligro llegaron gracias a que los delanteros tuvieron que retrasar su posición para llevar el balón al área, pero cuando llegaba el momento de definir fallaron en la puntería o entregaron balones no complicados al portero.
Azkargorta tampoco pudo analizar el funcionamiento de la defensa ya que los pocos ataques de Guyana culminaron con pelotazos sencillos de resolver para el portero Suárez.
Finalmente en el minuto 88, el árbitro Enrique Cáceres vio una carga sobre Segovia dentro del área otorgándole el penal a Bolivia, que Mojica convirtió en gol con un remate muy bien colocado a un costado. Y en el minuto 90, un descuido defensivo, posibilitó el ingreso de Suarez por la banda izquierda que al enfrentar al portero Reynolds mandó el balón a las redes con un remate al ras del piso.
Si bien el técnico vasco tiene mucho que analizar, la victoria le permite iniciar su trabajo en el seleccionado boliviano con buen pie, esperando que se mejore de cara a la Eliminatoria.
